El valle de Atxondo y la Vía Verde de Arrazola

En la falda de Anboto y bañada por las aguas del arroyo Arrazola, se encuentra uno de los paisajes más bellos de Euskal Herria: el valle de Atxondo. Está situado en el Duranguesado, cerca de Elorrio y Abadiño. Los verdes paisajes, los viejos caseríos de piedra y las rocas desnudas de la montaña dan un encanto especial al entorno. No en vano lo llaman «la pequeña Suiza».

Aunque la tenemos a apenas una hora de casa, hemos de confesar que no conocíamos este maravilloso lugar. Sin embargo, este año hemos querido poner remedio a ello. Es un lugar que recomendamos a cualquiera que vaya a pasar el fin de semana, ya que además del paisaje, también se pueden encontrar muchos lugares donde hacer varios recorridos y comer bien.

La Vía Verde de Arrazola

El ferrocarril de las minas de Arrazola atravesaba el valle de Atxondo. Fue construida en 1905, durante los primeros años se utilizó exclusivamente para el transporte de mineral, pero a partir de 1925 fue utilizada para el transporte de pasajeros y madera. Siempre guiado por la locomotora de vapor llamada ‘Aurrera’.

Lo que era la vía del tren, se ha convertido con el tiempo en la vía verde y actualmente se puede hacer a pie el mismo recorrido que hacía aquella. Se trata de un recorrido de 5 kilómetros (10 ida y vuelta) desde el barrio de Apatamonasterio hasta la antigua estación de Arrazola.

En los barrios de Apatamonasterio, Axpe o Arranturriaga, que forman parte del valle de Atxondo, o en el mismo Arrazola se puede aparcar el vehículo y realizar la ruta en cualquier sentido. Nosotros quisimos dejar la furgoneta en el aparcamiento que hay junto a la ermita de San Roque, pero como estaba llena, al final la dejamos en Axpe.

El barrio de Axpe es, a nuestro juicio, el más bello de todos los del valle. El casco del pueblo conserva casas de piedra y arquitectura antigua, con amplias zonas verdes y bellas vistas alrededor. Tiene un aparcamiento pequeño, pero con suerte, se puede encontrar un sitio plano.

Partiendo de allí, hemos recorrido un kilómetro y medio siguiendo la carretera hasta llegar al barrio de Santiago. Sin embargo, antes de tomar la Vía Verde hemos realizado una rápida visita a la ermita que da nombre al barrio. Estas ermitas o humilladeros al borde del camino son muy abundantes en Bizkaia.

A lo largo de la vía verde se pueden ver varios caseríos y edificios históricos. Uno de ellos es el caserío Urrutia (siglo XVI), uno de los más antiguos de Bizkaia. En la pared de entrada luce el elegante escudo de la familia Urrutia. También están las barriadas de Arranturriaga y Arrazola, pero el camino pasa por el lado del casco y hemos dejado la visita para la vuelta.

Continuamos por la ermita de San Roque (XVII). Al lado tiene un merendero y aparcamiento. En cuanto llegamos, encontramos un puesto en el que vendían pan elaborado en un caserío local.

A pocos metros se encuentra la antigua estación de Arrazola o de Tope, donde termina el recorrido. Actualmente hay merendero y baños en el lugar de lo que era la estación. Los interesados en seguir el recorrido, también pueden continuar hasta el alto de Besaide.

De vuelta entramos en el barrio minero de Arrazola. Nos han recomendado la Venta Amillena que hay en la misma plaza y la verdad es que merece la pena conocerla, ya que además de ser un lugar precioso, también venden sus productos. En ella se encuentra también la iglesia de San Miguel, construida a principios del siglo XVI, aunque el campanario actual data del siglo XVIII. Como curiosidad, una placa de piedra en la entrada indica que «fue en esta iglesia donde por primera vez se dio misa en euskera en el mundo».

Después de comer una cerveza y un pintxo, volvemos al barrio de Axpe. Veníamos con el pan comprado y con la intención de comer en la furgoneta, pero vaya cuál fue nuestra sorpresa cuando llegamos al barrio de Axpe y vimos a todo el mundo en la plaza comiendo pintxos y raciones. El restaurante Etxebarri, conocido por sus estrellas Michelin, también tiene bar y ¡qué pintxos y raciones! Tuvimos que hacer cola y esperar un poco, pero mereció la pena, ¡nos paramos a comer con unos pintxos y unas cazuelitas!

Si queréis seguir conociendo los alrededores, tenéis muchas posibilidades en el Duranguesado. El casco urbano de Elorrio merece una buena visita; Abadiño también queda muy cerca, y desde Durango se puede subir al santuario de Urkiola y al parque natural!!


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2 Responses

  1. Juan dice:

    Me parece estupendo que acampen furgonetas y autocaravanas en San Roque.
    Eso, si, a la hora de sus necesidadez de evacuacion fisiológica solida (supongo que se me entiende) no lo hagan en el camino bajo el puente.
    A 200 m. tienen unos retretes limpios y siempre abiertos.

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