Galicia: Costa da Morte

La Costa da Morte es una tierra cargada de leyendas del mar, situado en la serpenteante y rocosa costa de la provincia de A Coruña. Hacía años de nuestro primer viaje a tierras gallegas, y teníamos muchas ganas de recorrer esa costa y conocer más a fondo aquellos lugares que nos dejaron tan buenos recuerdos.

La ruta

Partimos pronto desde Gipuzkoa con la intención de llegar a Galicia para la hora de comer. Hacemos unos 600 kilometros, la mayor parte por la autovia del cantábrico. Tras unas ocho horas, paradas incluidas, pisamos tierras gallegas y llegamos a Betanzos, en la provincia de A Coruña. Desde allí iremos recorriendo toda la costa, pasando por pueblos como Camariñas, Muxia, Fisterra o Muros.


Betanzos

Aparcamos cerca de la plaza mayor y aprovechamos para ver el pueblo y comer algo. La plaza conserva la típica arquitectura con ventanales blancos, y el casco antiguo está catalogado como conjunto histórico-artístico. También se puede visitar la zona de la ría y el puente del Pedrido.

En las estrechas calles adyacentes encontramos varias tascas típicas donde nos sirven nuestras primeras raciones de pulpo y pimientos de padrón. Estamos en Galicia!!!


Sada y Bergondo

Tras pasar todo el día conduciendo, nos apetece llegar a la costa y descansar. Vemos el pueblo de Sada al paso; es una población costera con puerto y varias playas. Desde ahí llegamos hasta Bergondo, y dormimos en la zona de campings situada en la playa Gandario. Un sitio muy tranquilo que a nosotros nos viene como anillo al dedo.


Costa de Dexo-Serantes

Por la mañana visitamos la impresionante Costa de Dexo-Serantes, en el concello de Oleiros, lugar muy poco explotado turisticamente y que merece realmente la pena. Siguiendo las indicaciones del faro de Mera, llegamos a una explanada donde dejamos el coche y continuamos a pie.

Es una ruta muy fácil donde en pocos metros, además del faro y de las impresionantes vistas (se ve toda A Coruña), se puede visitar una antigua batería militar y el Seixo Branco. Esta última es una especie de veta formada por cuarzo blanco, que destaca sobre las rocas, y parece que llega hasta el mar. Siguiendo el camino también podréis ver las furnas (pequeñas cuevas formadas por las olas) o el castro de Subiña, en el monte del mismo nombre.


Porto de Santa Cruz

Seguimos el camino de la costa, y visitamos Porto de Santa Cruz. En el centro están de obras, así que nos acercamos hacia la playa y vemos el Castillo de Santa Cruz, comunicado con la tierra a través de un gran puente de madera. Se trata de un castillo construido en el siglo XVII, y es uno de los muchos baluartes defensivos de la costa gallega.

Volviendo la carretera que transcurre pegada a la costa, nos acercamos poco a poco a A Coruña, ciudad costera que es a su vez capital de la provincia del mismo nombre.


A Coruña

Siguiendo en dirección al puerto, llegamos a un parking que está al lado del puerto deportivo, donde dejamos el coche, y también pernoctamos, siguiendo los consejos de Román (Viaxando en Furgo). Estamos en su territorio, así que nos dejamos guiar por su experiencia.

A Coruña tiene una orografía un tanto especial, ya que está formada sobre una península, unida por un estrecho istmo, donde se le ha ganado terreno a la mar. A un lado está la zona portuaria, y al otro la playa de Riazor.

Aprovechamos el día para ver la Torre de Hércules y el Paseo de los Menhires, dando una vuelta en bici ( la ciudad está dotada de una buena red de carril bici). Desde allí también se pueden apreciar la costa de Dexo y su Seixo Branco.

Por la tarde vemos el casco antiguo, la Plaza Maria Pita, el Paseo de la Marina y el Castillo de San Antón. Esta todo muy cerca de donde hemos aparcado, y se puede ver la zona dando un paseo. Y por la noche quedamos con la familia de Viaxando en Furgo (moitas grazas!!), que nos enseñan la noche coruñesa y la calle Barrera, donde tapeamos en los bares O Tarabello y A Troula (ambos muy recomendables).

Donde dormir en A Coruña

· Furgoperfecto de la Torre de Hércules. Es donde para la mayoría de la gente. Al pasar al lado vemos que el parking está bastante petado. Aunque el sitio es precioso, queda un poco apartado del centro (aunque hay carril bici)
· Parking de Ánimas (cerca del puerto deportivo). Es donde pasamos la noche. Es una zona muy céntrica pero a la vez muy tranquila.
· Área AC del puerto deportivo: Es un área privada pero está de lujo. Tiene de todo, baños, ducha, bar, seguridad… eso sí, cuesta 20 euros la noche.


Caión

Con el buen sabor de boca que nos deja A Coruña, emprendemos nuestra ruta costera que nos llevará a la famosa Costa da Morte, uno de los principales objetivos de nuestro viaje.

Pasamos por Arteixo y llegamos a Caión, un pequeño pero curioso pueblo pesquero en el que hacemos una pequeña parada. En el puerto hay varios sitios para comer, y al final del pueblo hay un gran parking donde vemos varias autocaravanas, por lo que intuimos que ahí se puede pernoctar.


Malpica y Laxe

Pero aún era pronto y queríamos ver más pueblos y paisajes costeros. Malpica tiene un bonito puerto, aunque el pueblo nos parece un tanto crecido y caótico. Pasamos por Ponteceso y paramos un rato en Playa Balarés, sitio tranquilo con buenas vistas de la ría y un bonito merendero. Seguimos la ruta por Corme y llegamos a Laxe para la hora de comer.

En este último paramos a comer, en el restaurante O Bocho, donde probamos nuestras primeras zamburiñas, junto con pulpo y chipirones fritos. Además de los restaurantes, Laxe tiene una gran playa, y aunque vemos algo más de turismo, aún en agosto sigue siendo un pueblo bastante tranquilo.


Camariñas

Aquí nos paramos. Y es que Camariñas merece una mención a parte. Estamos en plena Costa da Morte y Camariñas reúne todos los requisitos que se le puedan pedir a una villa pesquera. El pueblo es precioso y hay varios sitios para comer. Se puede pernoctar en un gran parking que hay en la zona del puerto; junto a él, en el puerto deportivo, hay un bar y en el club náutico, tenéis la opción de ducharos por 3 euros (preguntad en recepción). Además, a la mañana o al anochecer podréis ver a los pescadores llegar al puerto cargar cajas o descargar el pescado.

Si el pueblo de Camariñas nos ha encandilao, sus alrededores nos han enamorado por completo. No os perdáis el impresionante Cementerio de los Ingleses, que además de su triste historia (el naufragio de un barco inglés en 1890), nos sobrecoge por su entorno. De camino veréis el sistema dunar de Trece. De vuelta hacia el pueblo, nos desviamos por el camino que lleva al Cabo Vilán, con su imponente faro.


Muxia

Y llegamos a Muxia. Otro de los iconos de la Costa da Morte, que se hizo tristemente famosa por el hundimiento del Prestige. Estuvimos allí hará más de diez años, y la notamos cambiada, para bien, ya que ahora el pueblo luce con más orgullo sus encantos.

Tras dar una vuelta por el pueblo, y comer navajas y mejillones en el bar O Porto, visitamos la punta da Barca y el Santuario de A Virxe da Barca, situado junto al mar, junto a curiosas formaciones rocosas. Desde allí se puede subir al Monte Corpiño, muy recomendable por sus vistas (también se puede subir por el pueblo, pero preparaos para trepar por las rocas…).

En el puerto vemos algunas furgonetas, y dudamos en quedadornos o no (también hay Area AC en la entrada del pueblo), pero queríamos darnos una buena ducha y descansar un poco, así que vamos al camping Lago Mar (entre Muxia y Camariñas), muy recomendable por su tranquilidad y sus vistas (está junto a una cala).


Cabo de Finisterre y Fisterra

Pero si hay un lugar mítico en toda la Costa da Morte, ese es el cabo de Finisterre, al que los romanos otorgaban el título de ‘fin de la tierra’, por ser el punto más occidental del mundo conocido hasta la época. En el cabo se encuentra el faro, construido en 1853. También fue escenario de varias batallas y naufragios, y hoy en día, muchos peregrinos acaban allí el Camino de Santiago. Comprobamos que desde nuestra última visita, el cabo está mucho más masificado y turísticamente explotado, aunque sigue manteniendo su encanto.

Tras la visita obligada bajamos al pueblo, a Fisterra, otra pequeña villa costera que además de su bonito puerto, tiene varios edificios históricos, como el Castillo de San Carlos.

Al llegar al pueblo nos encontramos con una fiesta pirata, coincidiendo con la Festa do Longueirón, donde probamos las típicas navajas cocinadas de mil formas. Nos metimos de lleno en la fiesta gracias a un grupo de batucada y otro de gaiteiros (y también gracias a la cerveza, jeje).


Carnota

Tras el atracón culinario-festivo de Fisterra, dejamos atrás Corcubión y llegamos a Carnota, en busca de algo de calma. Dormimos en el furgoperfecto de Boca do Rio, con la agradable sensación de estar durmiendo en medio del bosque, pero a la vez cerca de la playa, y rodeados de furgos y ACs.

Por la mañana damos una vuelta por la playa de Carnota, una de las más largas de Galicia, con 9 kilómetros de longitud. Otra de las visitas obligadas de Carnota es su famoso hórreo, que también de las más grandes de Galicia. Se encuentra cerca de la iglesia de Santa Comba, muy cerca del centro del pueblo. Los hórreos se utilizaban para guardar la cosecha y protegerla de la humedad y de los ratones.


Muros

Acabamos el recorrido por la Costa da Morte llegando a Muros, otro encantador pueblo costero de la provincia de A Coruña. Como su nombre indica, fue una villa amurallada destinada a la defensa costera. Su puerto y su casco histórico merecen un alto en el camino. Es buen sitio para probar los manjares de la costa, si pensáis pararos a comer.

Pero nuestro viaje por Galicia no acaba aquí. Os contamos nuestra Ruta por las Rias Baixas en el siguiente post.

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2 Responses

  1. 2017-08-22

    […] nuestra ruta por la costa oeste de Galicia, tras ver A Coruña y la Costa da Morte, seguimos hacia el sur y llegamos a la provincia de Pontevedra, para visitar las Rias Baixas. Es […]

  2. 2018-05-16

    […] cruzar el río y tirar hacia Lugo. O si preferís seguir hacia la costa, podéis conocer la Costa da Morte y las Rias […]

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