Goierri: viaje a la historia y la naturaleza

Goierri es un valle situado en el corazón de Euskal Herria, en las faldas de las sierras de Aralar y Aizkorri. Se encuentra en el interior de Gipuzkoa, limitando con Álava y Navarra. En él podréis encontrar magníficos espacios naturales, un amplio abanico de gastronomía y numerosos pueblos y museos para conocer nuestra historia. El Goierri ofrece la posibilidad de realizar un precioso viaje de fin de semana.

Goierri es una comarca formada sobre todo por pueblos pequeños, en la mayoría de los cuales no hay problemas para dormir con la furgoneta o la autocaravana, siempre que se haga con sentido común y eligiendo el lugar más adecuado. Hay tres zonas de autocaravanas en la comarca; en Beasain, Zegama y Legazpi, donde además de pernoctar, se pueden vaciar o llenar aguas.


Zegama

Comenzaremos el recorrido en la localidad de Zegama, uno de los principales accesos al parque natural de Aizkorri-Aratz. El área de AC cuenta con una zona privilegiada desde la que se pueden realizar diferentes recorridos. Subiendo por el alto de Otzaurte, en el límite con Alsasua, hay dos aparcamientos, el de Beunde y el de Aldaola. El primero tiene un merendero, pero el segundo tiene más espacio para aparcar.

Partiendo de allí, en apenas 40 minutos de recorrido se llega a la cueva de Lizarrate o San Adrián. Parece un agujero en un gran muro de piedra y fue un importante paso del Camino Real medieval y del Camino de Santiago. Tuvo alojamiento para recibir viajeros y peregrinos, y también fortaleza para hacer frente a los bandidos que recorrían los alrededores. En el interior de la cueva se encuentra la ermita dedicada a San Adrián. Junto a él se puede ver también la antigua calzada. La Sociedad de Ciencias Aranzadi está trabajando en varias excavaciones para conocer mejor la historia del lugar y realizar nuevos descubrimientos. Ocasionalmente, también se realizan visitas guiadas para poder ver in situ estas excavaciones.

Los que quieran seguir disfrutando de la montaña, también pueden seguir a los altos de Aratz o Aizkorri, bien cruzando Lizarrate, y tomando el camino que sube por la cercana ermita de Sancti Spiritu.

De vuelta a Zegama, se puede aprovechar para coger fuerzas comiendo un bocado en los bares de la localidad y visitar el casco urbano. En ella se encuentra la iglesia de San Martín, construida en el siglo XV y que ha sido objeto de diversas adaptaciones hasta el XVIII. En el interior de la iglesia se pueden encontrar reliquias como la cruz románica de Aizkorri, la madrina gótica de Iruetxeta o el mausoleo de Zumalacárregui.

Las principales fiestas de la localidad tienen lugar en agosto, a la vuelta de San Bartolomé, mientras que el día de San Martín se celebra allí la popular feria de ganado, junto con el Concurso de quesos de Aizkorri-Aratz. Sin embargo, lo que ha hecho popular a nivel mundial a Zegama, ha sido el maratón de montaña Zegama-Aizkorri, que este año no se disputa debido a la pandemia.

Dónde dormir en Zegama

Una de las tres áreas AC en el Goierri se encuentra en Zegama, junto al Parketxe Anduetza. Allí, además de dar información del parque natural Aizkorri-Aratz, se puede visitar el museo de la madera. El aparcamiento es gratuito y cuenta con 8 plazas; aunque a lo largo del año no se registran problemas, en épocas puntuales es posible encontrarlos llenos los fines de semana. También dispone de zona de vaciado y llenado. Las fichas de recarga eléctrica, se pueden solicitar en el Parketxe o en el Ayuntamiento. Para ir al casco urbano hay un ascensor, aunque también se puede ir andando.


Segura

Antes hemos mencionado el Camino Real, y siguiendo sus pasos, iremos al pueblo de Segura. Esta villa tuvo gran importancia en la Edad Media. Cuando Gipuzkoa pasó de formar parte del Reino de Navarra a depender de Castilla fue construida por Alfonso X en el siglo XIII como refugio. Se construyó un núcleo amurallado, de ahí la denominación de villa segura. Muestra de aquella época son las palacios señoriales y los edificios religiosos que aún hoy se conservan.

El núcleo urbano mantiene aún su estructura medieval, con muralla, puertas de entrada y calles que le dan forma de almendra. En 1996 fue declarado conjunto monumental por su rico patrimonio. En ella se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el convento de los Sorkunde, ambos del siglo XVI. También casas palaciegas como Gebara, Lardizabal, Arrue o Jáuregui, entre los siglos XV y XVI. El núcleo amurallado tenía cinco puertas o portadas y actualmente se conservan tres, la más espectacular es la puerta de Zerain, del siglo XIV.

Mención especial merece también la casa Ardixarra del siglo XVI. En ella se ubican la oficina de turismo de Segura y el Centro de Interpretación Medieval. Además de informar sobre la historia del pueblo, desde allí se organizan varias visitas guiadas. Cerca de allí se encuentra el museo popular Erraztiolatza, en el que se pueden ver maquetas de varios edificios del pueblo y numerosos utensilios antiguos.

Visita a una quesería

El Goierri es cuna del queso Idiazabal, ya que surgió de la agrupación de pastores de los espacios naturales de Aizkorri-Aratz y Enirio-Aralar. La visita a la quesería es un plan perfecto para completar la visita al Goierri. El Centro de Interpretación del Queso Idiazabal organiza varias visitas guiadas a lo largo del año. Es uno de ellos, de la quesería Ondarre de Segura.

En Ondarre han mantenido la tradición del pastoreo y la quesería durante varias generaciones. Y actualmente elaboran uno de los mejores y más premiados quesos Idiazabal. También cuentan con un espacio habilitado para visitas, en el que se dan detalles sobre el oficio de los pastores y el proceso de elaboración del queso. ¡Y cómo no, también la posibilidad de probar y comprar queso!


Zerain

Ascendiendo por el cruce de Zegama con Segura, llegamos al pueblo de Zerain. Aunque es un pueblo pequeño, Zerain conserva una rica historia. En el casco urbano se puede ver la casa Jauregi construida sobre lo que fue la torre de la familia Zerain. A su lado se encuentra también la oficina de turismo. Desde allí se organizan visitas para conocer la Zona Minera de Zerain y la serrería de Larrondo.

El Centro Minero de Aizpea es uno de los ejemplos de la estrecha vinculación del Goierri con la siderurgia. El entorno de Aizpea ha sido explotado desde la época romana, pero sobre todo en el siglo XX se desarrollaron sus minas, lideradas primero por compañías inglesas y después por alemanas. Sacaban de ella el mineral crudo, y a través de una red de rampas y ferrocarriles, lo conducían hasta Ormaiztegi, desde donde lo transportaban en tren.

Además de las explicaciones que dan en el centro de interpretación, se pueden ver minas al aire libre, subterráneas, hornos de limpieza del mineral, almacenes y diferentes sistemas de transporte de hierro, entre otros.


Vía Verde

Desde las zonas mineras y de tratamiento de Zerain y Mutiloa, transportaban el hierro hasta la estación de tren de Ormaiztegi. Para ello organizaron toda una red ferroviaria. Hoy en día, aquel camino se ha convertido en Vía Verde, y se puede recorrer tanto desde Ormaiztegi como desde Mutiloa. A partir del caserío Barnaola, se puede completar el recorrido realizando lo que se conoce como camino de Troya, llegando hasta la zona minera de Troya.

Partiendo de Mutiloa, el camino llega primero al barrio de Lierni, donde hay una zona descanso, así como la ermita de Liernia y el restaurante Mujika. Desde allí, el camino llega hasta Ormaiztegi. En ella se pueden ver el Museo Zumalakarregi y el elegante puente ferroviario, símbolo de Ormaiztegi.

El puente de Ormaiztegi tiene una historia curiosa, ya que durante muchos años se creyó que era obra de Gustave Eiffel. Sin embargo, uno de sus discípulos, el arquitecto francés Alexander Lavalley, lo diseñó. Fue construido entre 1863 y 64 en las obras del ferrocarril que uniría Madrid y París. La estructura de acero mide 291,5 metros de longitud y alcanza una altura de hasta 34 metros. Para sostenerlo construyeron columnas de piedra.

Durante la Guerra del 36, los partidarios de la república cortaron el puente desde varios puntos y lo derribaron para que los fascistas no pudieran pasar por él, aunque luego lo reconstruyeron. A medida que se modernizaban las líneas ferroviarias, el puente quedó obsoleto y se construyó uno nuevo a su lado. Sin embargo, surgió la discusión sobre si había que mantener el viejo puente o derribarlo. Se realizó una consulta popular en 1991 y la mayoría de los ciudadanos votaron a favor del mantenimiento.


Ezkio

Cerca de Ormaiztegi, en Ezkio, hay otra muestra de la vida de antaño: el Caserío Museo Igartubeiti. En él se puede conocer la vida antigua de los caseríos y el proceso de elaboración de la sidra, ya que este caserío del siglo XVI está construido a la vuelta de un enorme lagar de madera.

A lo largo del año realizan diversas visitas y demostraciones, y en la Semana de la Sidra que celebran en septiembre, también se puede conocer las melodías de kirikoketa que se hacen al aplastar la manzana y probar el mosto de la manzana, entre otras cosas.

Además de Igartubeiti, el casco de Ezkio también merece una visita. En ella se encuentra la iglesia de San Miguel (siglo XVI) y el bar/restaurante del pueblo.

Tanto desde Ezkio como desde Itsaso, se puede subir a la ermita de Kizkitza realizando un bonito recorrido. También tiene su leyenda o historia particular; tiene un faro en el portal y en el interior se puede ver la imagen de un barco.


Legazpi

Antes hemos mencionado el hierro y las minas, pero fueron Legazpi y el valle del hierro los que llevaron esta labor un paso más adelante. De hecho, este pueblo ha conocido el proceso desde la creación de las ferrerías hasta la creación de las grandes empresas siderúrgicas.

A partir del casco urbano se encuentra en Mirandaola el museo de la ferrería y el del hierro. Es una visita que realmente merece la pena, ya que además de conocer la historia de esta profesión, permite conocer desde dentro el funcionamiento de las ferrerías. De hecho, la ferrería del siglo XVI, se puede ver cómo se pone en marcha con la fuerza del agua. Ensordecían el hierro al fuego y cómo lo arreglaban con un martillo gigantesco.

Más tarde es la revolución de las grandes fábricas siderúrgicas. De la mano del empresario Patricio Etxeberria, Legazpi se convirtió a partir de mediados del siglo XIX en un pueblo obrero al que acudieron miles de trabajadores de fuera del País Vasco. Una de las visitas guiadas que organiza el Museo del Hierro también permite visitar la casa de uno de estos trabajadores.

Pero no sólo se ha utilizado el hierro, la profesión y la herramienta de trabajo, sino también para el arte. Legazpi es un magnífico exponente de ello, como lo fue el taller del reconocido artista Eduardo Chillida.


Beasain

Como Legazpi, Beasain creció a lo largo del siglo XX gracias a la industria, y en la actualidad es el principal pueblo del Goierri, con 13.850 habitantes. La localidad fue transformada por la conocida empresa ferroviaria CAF, a la que acudió mucha gente de fuera para trabajar y vivir. También afectó a la gente que vivía en los caseríos, ya que muchos dejaron las obras del caserío y empezaron a venir a la calle.

La historia de Beasain, sin embargo, viene de antes, y muestra de ello es el Conjunto Monumental de Igartza. Era el lugar de paso del Camino Real y del Camino de Santiago, así como entre las villas medievales de Tolosa, Ordizia y Segura. Por eso, en el siglo XIV el señorito de Lazkao compraría sus terrenos y establecería allí su hijo, ya que era un lugar estratégico. A su alrededor se construyó un molino y una pequeña ermita, además de una ferrería.

La Sociedad de Ciencias Aranzadi inició en 1996 la recuperación del palacio y sus alrededores y desde entonces ha sido declarado Conjunto Monumental. También se realizan visitas guiadas y representadas para conocer la zona de Igartza.

Desde Igartza hacia el casco urbano, encontramos la estación de tren y la avenida de Navarra y la calle Mayor, que son el principal comercio de Beasain. En ella también hay numerosos bares y darse una vuelta probando sus pintxos también puede ser un bonito plan.

Dónde dormir en Beasainen

Beasain cuenta con una zona de autocaravana, situada en la parte trasera del Conjunto Monumental de Igartza, junto al campo de fútbol de Loinatz. Aunque se trata de un aparcamiento para coches, cuenta con varias plazas reservadas a ACs y camper, y un lugar para el vaciado y llenado de aguas. Las fichas de puesta en marcha de agua y electricidad, se pueden solicitar en los bares situados junto al parking.


Ordizia

Si en Beasain la identidad ha estado marcada por la industria, Ordizia ha sido conocida por el comercio. Allí se celebra, desde hace más de 500 años, la popular Feria de Ordizia. Lo suelen hacer todos los miércoles por la mañana, y no sólo se acercan a la zona los lugareños, sino también los agricultores y compradores de los pueblos cercanos. En la plaza principal se sitúan los puestos más importantes de sus verduras, y a su vuelta y en las calles adyacentes, de otros alimentos. Los puestos de ropa y otras mercancías se colocan de en la Arboleda.

Ordizia también cuenta con un casco medieval, aunque debido al crecimiento experimentado en los últimos siglos, ha perdido las murallas que agrupaban esta zona. Sin embargo, cuenta con varios edificios de interés en el centro, como el palacio Barrena, la casa torre Mujika, Sujetoenea o el palacio Zabala, entre otros. En el centro D ‘Elikatuz, que también es una oficina de turismo, ofrecen visitas guiadas.


Ataun

Si Zegama es uno de los accesos al parque natural de Aizkorri-Aratz, Ataun es una de las principales puertas del espacio natural Enirio-Aralar. El pueblo natal de Joxemiel Barandiaran es la localidad más larga de Gipuzkoa y a lo largo del curso de la regata Agauntza está dividida en varios barrios y barrios.

En el barrio de San Martín se encuentran la casa consistorial y la mayoría de los comercios y bares de la localidad. Desde allí hasta el barrio de San Gregorio, y más allá también hasta el barrio de Ergoiena, existe un camino peatonal, conocido como camino popular o camino de Axio. Discurre junto al río y recorre entre 6 y 7 kilómetros.

Por este camino se puede ver la casa Sara que fue la residencia de Joxemiel Barandiaran, que vivió varios años en Iparralde y construyó una casa como las de allí, junto a su casa natal. Avanzando por el camino se puede ver el molino Larruntza y el molino de madera, así como el Museo Barandiaran.

A partir de San Gregorio, la vía popular continúa hasta el barrio de Ergoiena y termina junto a la sidrería Urbitarte. Tras un precioso recorrido de mañanas, es un lugar precioso para comer.

De Lizarrusti a Lareo

Hemos mencionado que Ataun es un pueblo largo que, siguiendo por la carretera, termina en el alto de Lizarrusti, limítrofe con Navarra. Allí se encuentra el Parketxe de Aralar. Además de informar sobre el parque natural, existe la posibilidad de realizar varios recorridos por él.

Una de estas rutas es la que conduce al embalse de Lareo. Partiendo del propio Lizarrusti, se puede acudir en dos horas y media. El camino parte de un suntuoso hayedo y continúa entre rocas y acantilados; llegaremos pasado el túnel de Akerreta hasta el cañón de Maizierreka. A partir de ahí, hay que seguir una pista hasta el embalse. Una vez llegado a Lareo, se puede dar una vuelta completa al embalse, que está situado en un entorno incomparable. Cerca de allí se encuentra también la cueva de Sarastarri.

Quien quiera probar otro recorrido, también puede dirigirse a las cumbres de Alleko, Marumendi o Akaitz Txiki, o hacia Oidui.


Lazkao

Antes hemos mencionado al señorito de Lazkao, bajo el cual hubo varios pueblos del Goierri en la época media. Lazkao es un pueblo que ha crecido mucho en los últimos años, pero que cuenta con varios edificios interesantes en el casco urbano. El convento de los benedictinos y el archivo histórico, el convento de las monjas o el palacio del conde de Lazkao son algunos de ellos.

Más arriba del casco urbano, en Lazkaomendi, se puede disfrutar de las vistas más bellas del Goierri. Desde allí es desde donde mejor se ve, toda la silueta del Txindoki y Aralar, y también al otro lado, la de Aizkorri. Joxe Migel Iztueta Lazkao Txiki nació en el caserío Abalin. Hacer un paseo y tomar o comer algo en los restaurantes Ixurrene o Pipas, puede ser un bonito plan.


Zaldibia

El recorrido que hemos iniciado en la ladera de Aizkorri terminará en el alce de Aralar, en Zaldibia. Conocido por su mondeju blanco, sobre todo Zaldibia. Pero en su entorno, también existe la posibilidad de realizar varios recorridos interesantes.

Descenderemos por Lazkaomendi hasta Zaldibia. Ascendiendo por el casco urbano, hacia Larraitz, se encuentra el barrio de Saturdi. Sólo tiene ermitas y algunos caseríos, pero desde ellos se puede ver el monte Txindoki (o Larrunarri).

De Larraitz a Txindoki

Un poco más arriba está el parking de Larraiz. De allí parte el camino a pie que conduce a la conocida cumbre. Se puede llegar a la cima en unas dos horas y media; al principio el camino es bastante llano y está bien señalizado. Pronto la pista termina y se convierte en un sendero. Una vez pasada la fuente comienzan las cuestas más duras. Vemos a la izquierda el sel que recoge varias chabolas de pastores, desde donde comienza la última subida, por el tramo de piedra. Sin embargo, la visión desde la cumbre merece la pena el esfuerzo realizado, ya que no sólo se ve todo el Goierri, sino buena parte de Gipuzkoa y la propia Aralar.


Y aquí termina el recorrido por el Goierri. También hay otros pueblos y rincones, pero en pocos días es imposible conocerlos todos. ¡Como ven, en nuestra comarca hay una amplia variedad! ¡Venid, no os arrepentiréis!

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