Bortziriak, lugar fronterizo, lugar de encuentro
Bortziriak (cinco villas) es una región situada junato al río Bidasoa, en la frontera entre Gipuzkoa, Navarra y Lapurdi. Como su nombre indica, está compuesto por cinco pueblos: Arantza, Bera, Etxalar, Igantzi y Lesaka. Se encuentra en una de las zonas más verdes y bonitas de Euskal Herria, y nos ha sorprendido ya que conserva lugares, edificios y costumbres más bellos de lo que esperábamos.
El estar cerca de la frontera, el contrabando y las ventas, le han dado a la región un carácter único, pero hoy, más que una zona fronteriza, Bortziri es un punto de encuentro; además de haberse fortalecido la relación entre sus vecinos, cada vez va más gente de pueblos y regiones cercanos.
Cualquier momento es bueno para viajar a Bortziri; en invierno, porque la mayoría de los pueblos celebran los carnavales; y en primavera y otoño, porque las montañas y los bosques de alrededor hacen que el paisaje sea aún más bonito.
Si venís desde Gipuzkoa, la forma más fácil de llegar a Bortziri es ir por Behobia y tomar la carretera N-121-A, que sigue el cauce del río Bidasoa. Es una carretera de mucho tráfico, por lo que os recomendamos que vayáis con calma y disfrutéis del paisaje. Si venís de Navarra, podéis venir por Doneztebe y Sunbilla.
Bera
Al entrar por Behobia, Bera es la primera población de Bortziriak que nos da la bienvenida. Se trata de un pueblo que refleja perfectamente esta carácter fronterizo. Es el más poblado de la comarca, con unos 3.760 habitantes, y también la que más comercio y bares tiene.
Hace años que hicieron la variante, y el camino que atraviesa el pueblo es ahora bastante más tranquilo -antes había un intenso tráfico-. En el casco se puede ver la Iglesia de San Esteban y el Ayuntamiento, adornado con espectaculares dibujos de Julio Caro Baroja. Pero además, hay muchas casas con la arquitectura tradicional del norte de Navarra. Siguiendo la calle Legia (se puede decir que es la calle principal), veremos muchos ejemplos, incluido el elegante edificio Itzea, hogar de los Baroja. Justo al otro lado del pueblo, en la plaza del barrio de Alzate, se puede ver un hermoso puente de piedra, así como más casas que mantienen su estructura de madera.
Bera también es conocida por mantener varias costumbres y expresiones culturales; la Makil Dantza, baile que hacen en las fiestas de San Esteban y los carnavales son algunos de ellos.
El fin de semana de Carnaval, Iñudes y pastores salen a la calle, mujeres vestidos con ropa de hombre y hombres vestidos con ropa de mujer, formando un colorido desfile. Gente de todas las edades participan en la fiesta.
Lesaka
Siguiendo al caudal del río Bidasoa y al calendario de carnaval, hemos llegado a Lesaka, uno de los pueblos más bonitos de Navarra. Dejamos la furgoneta en el aparcamiento que hay detrás del frontón; aunque no tiene servicios, es un buen lugar para pasar la noche.
Ya conocíamos el pueblo de antes, pero hemos disfrutado mucho prendiéndonos por sus calles. De hecho, Lesaka tiene muchos edificios y calles de piedra y madera. Uno de los lugares más emblemáticos, es la Beheko Plaza (Plaza de abajo). El río Onin pasa por medio de ella, y hay varios puentes de piedra para pasar de un lado a otro. Allí es donde se celebra el famoso baile de las fiestas de San Fermín.
Cerca de allí se encuenta la Plaza Zaharra (plaza vieja); en ella, además del ayuntamiento y el quiosco, se encuentran varias casas señoriales que rodean la plaza. Volviendo a la zona del río, nos encontramos con la Torre Zabaleta, del siglo XV, uno de los edificios más icónicos del pueblo. No muy lejos de allí, encontramos un edificio parecido, la casa torre de Minyurienea. Ambos son espectaculares y están muy bien conservados.
Situada sobre una pequeña colina, se encuentra la iglesia de San Martín de Tours. Combina el estilo barroco con el gótico, y cuenta con una entrada y un campanario impresionantes.
Tras dar un bonito paseo por el pueblo, paramos en una de las terrazas de la plaza, y nos disponemos a buscar un buen sitio para comer. Preguntamos a unos lesakarras, y nos recomiendan un lugar donde se come bien y barato: Irubide ostatua. Les hacemos caso y cruzamos el pueblo hacia el restaurante, que no queda muy lejos de donde hemos aparcado la furgo. Siendo fin de semana, hemos comido un menú de día espectacular por 14 euros, y casi reventamos! Alubias, costilla, cuajada… se come come en casa! Para los que prefieran comer en otro plan, en el bar Arrano también preparan bocatas y platos combinados.
Como en Bera, en Lesaka también han sabido mantener sus costumbres y tradiciones. El baile sobre el río es una de ellas; se celebra en San Femines, las fiestas del pueblo. Un grupo de dantzaris se sube a los pretiles que bordean el río para bailar sobre la piedra.
Y cómo no, los carnavales!! En el fin de semana de carnaval, los Zakuzarras, Mairus y Goitarras (personajes del carnaval) salen a la calle. Aunque la salida suele ser al anochecer, merece la pena ir antes y ver como se visten los Zakuzarras (sacos viejos). Forman un gran montón de paja en medio de una plaza, y los participantes van llenando los sacos, formando así el disfraz. La gente del pueblo les ayuda con el llenado, y también a la hora de coser los sacos. Acto seguido, salen en una especie de desfile salvaje, amedrentando a los niños y pegando a la gente con vejigas hinchadas. Tras cruzar el pueblo, la fiesta continúa con una romería, y se alarga hasta altas horas en los bares.
Si queréis seguir conociendo más sobre el pueblo y sus alrededores, visitar la zona megalítica de Agiña puede ser una buena opción. Hay una ruta donde podréis ver varios dólmenes, cromlech y menhires, así como la escultura que Jorge Oteiza le dedicó a Aita Donostia.
Igantzi
En vez de volver a la carretera principal y al cauce del Bidasoa, optamos por la carretera que lleva monte arriba, para conocer los pueblos de Igantzi y Arantza. Son los pueblos más pequeños de Bortziri, pero merece la pena invertir una mañana o una tarde para visitarlos.
Igantzi tiene alrededor de 620 habitantes y está construido sobre una colina. En el centro del pueblo se encuentra la parroquia de San Miguel, del siglo XVI, aunque el campanario es de posterior construcción. En frente está el ayuntamiento, con su hermosa fachada. El pueblo cuenta con unas preciosas vistas del valle. Desde allí sale el camino que va a la ermita de San Juan Xar, un templo construido en una especie de cueva, junto al río Latsa.
Bajando desde la iglesia, hay un gran aparcadero, donde hemos dejado la furgo. Cerca de allí se encuentra la fuente de Latsaga, construida en 1747 y que se mantiene en perfecto estado.
Y en el camino hacia Lesaka, está la ermita de la Piedad, construido en el siglo XVI. sobre la colina del mismo nombre (en la puerta hay una inscripción con el año 1554).
Arantza
Seguimos el serpenteante camino, bajando primero para volver a subir después, hasta el vecino pueblo de Arantza, pueblo parecido a Igantzi, tanto en tamaño como en número de habitantes. Recomendamos dejar la furgo o AC en el pequeño parking que hay en la entrada del pueblo, ya que sus calles son bastante estrechas y no hay mucho más sitio donde aparcar. Junto al parking, veremos una antigua fuente o lavadero.
Un poco más adelante, en el centro del pueblo, se encuentran el ayuntamiento y el frontón, y a pocos metros, la iglesia de la Asunción. El edificio es originario del siglo XVI, aunque fue completamente renovado dos siglos más tarde, y el actual campanario se construyó en el siglo XIX.
En el pueblo veremos varias casas tradicionales, pero algunas de ellas merecen una mención especial: Xabatenea, Apezenea, Errontenea (antiguo molino), Madalenea y la casa-torre Larrainea, que perteneció al Señor de Arantza. Siguiendo el sendero que baja desde el pueblo, llegaremos a las fuentes de Putxutxu e Iturberri.
Si viajáis con niños, el parque de aventuras Irrisarri Land puede ser una buena opción para pasar el día. Se encuentra en el camino entre Igantzi y Arantza, y ofrece varias actividades que combinan ocio y naturaleza.
Etxalar
Aunque lo hemos dejado para el final, Etxalar es uno de los pueblos más bonitos no sólo de Bortziri, si no que de toda Navarra. Sus calles formadas por casas de piedra y madera, bien merecen hacer un alto en el camino y dar un buen paseo para conocerlo. Dejamos la furgo en la entrada del pueblo, en el parking (Bekolanda) que hay justo después de cruzar el puente. Llegamos por la tarde, así que después de dar una vuelta por el pueblo, cenamos y nos quedamos allí a dormir.
Siguiendo la calle mayor, llegamos a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, subiendo por unas escaleras de piedra. Pero para ver la perspectiva más bonita de la iglesia tendremos que bordearla, ya que al otro lado tiene una hermosa entrada con un jardín y una calzada decorada con antiguas lápidas circulares. Los orígenes de esta iglesia se remontan hasta el año 1200, aunque el aspecto actual lo adquirió tras las reformas y ampliaciones hechas entre los siglos XVII y XVIII.
Cerca de la iglesia se encuentran tres de las casas más antiguas del pueblo: Iñarreta, Jauregieta y Anduetzeta, todas construidas entre los siglos XV. y XVII.
Callejeando por el pueblo podremos encontrar otros edificios interesantes, como el palacio Gaztelu, las casa palaciegas Iñarrea y Mokorrea, o Mitcelarrenea, donde está el ayuntamiento. Este elegante edificio, fue reconstruido en el siglo XIX, tras derribar la antigua casas que ocupada el solar. Llegó a albergar la alhóndiga, un bar e incluso una cárcel. Hoy en día los pisos superiores están ocupados por las oficinas municipales, y en la planta baja se encuentra el ostatu o bar del pueblo.
Saliendo del centro del pueblo, podremos visitar varios molinos, fuentes e incluso antiguas ferrerías, así como los hermosos puentes de Sarrikuko y Garaiko. Este último, también conocido como puente de la ermita, es el principal acceso a la ermita de Santa Cruz. Otro bonito recorrido que se puede hacer partiendo desde el pueblo, es el que lleva a Infernuko errota (molino del infierno), situado en el punto limítrofe entre Etxalar y Baztan. El camino de ida y vuelta se puede hacer en unas tres horas.
Los que prefieran montaña, pueden subir al Zentinela, donde, además de disfrutar del paisaje, también podrán ver varios dólmenes y cromlech.
Sunbilla
Hemos acabado de recorrer Bortziriak, pero nos resistimos a irnos todavía a casa. Por eso, en vez de volver hacia Behobia, decidimos hacerlo por el valle de Malerreka, para poder así conocer otro hermoso pueblo bañado por el Bidasoa: Sunbilla.
Se podría decir que el Bidasoa divide en dos el pueblo. Pero, para salvar dicha división, hay un hermoso puente medieval que fue construido en el siglo XVI. A un lado se encuentran el ayuntamiento y algunas bonitas casas que se asoman, a modo de balcón, sobre el río. En cambio, la iglesia de San Juan Bautista y la mayoría de las casas e instalaciones se encuentran al otro lado. Cerca de la iglesia, nos encontramos con un hermoso lavadero, que ha sido restaurado hace poco. En cuanto a edificios civiles, el palacio de Subizarre y las casas de Goienetxe y Meharbaita (siglos XVI-XVII) son los más destacables.
Tras el paseo hemos decidido quedarnos allí a comer, así que hemos ido al restaurante Bustitz, que se encuentra junto a la piscina municipal. Parece que hemos acertado con el sitio! Como se come por esta zona!!! Después de los cafés, tomamos el camino a casa. Para quien quiera quedarse allí, el camping Ariztigain es una buena opción.
Si queréis seguir conociendo el norte de Navarra y los pueblos de alrededor, os recomendamos visitar los valles de Baztan y Malerreka, ya que seguiréis disfrutando de bonitos pueblos y paisajes!
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