Ruta por la Costa Daurada

Cataluña siempre ha sido uno de nuestros sitios favoritos para ir de vacaciones. En nuestra época campista conocimos varios pueblos y campings de la costa. La pasada semana santa, cansados del mal tiempo de nuestra tierra, el cuerpo nos pedía solete, así que nos decidimos por la Costa Dorada, trazando nuestra ruta por varios pueblos costeros de las provincias de Tarragona y Barcelona.

Delta del Ebro

Empezamos nuestro trayecto por la Delta del Ebro, parque natural formado en la desembocadura del río Ebro. Abarca una zona muy amplia, formada por arrozales, humedales, varias lagunas y playas casi virgenes.

No tuvimos mucha suerte con el tiempo, y debido al fuerte viento no pudimos disfrutar del todo la visita, pero si que pudimos ver varios sitios curiosos, como la desembocadura o la Platja Riumar.

L’Ametlla de Mar

Optamos por salir de la delta e ir hacia el norte siguiendo la costa, hasta llegar a L’Ametlla de Mar, un precioso pueblo pesquero, recomendado por @haztuequipaje (graçies!) y que nos gustó mucho. Pasamos la noche en Camping Nautic, que está muy cerca del pueblo, en la cala Pixavaques. La zona está llena de pequeñas calas, en las que también se puede pasar la noche.

Cambrils

Siguiendo nuestra ruta hacia el norte, llegamos a Cambrils. Otro pueblo pesquero, aunque más turístico, que ya conocíamos de otros viajes. Los primeros días el pueblo estaba muy tranquilo y era una gozada andar por la calle; pero a partir del jueves santo empezó a llenarse de gente. Pasamos varias noches en el Camping Playa Cambrils. Se encuentra a mitad de camino entre Cambrils y Salou, a los que se puede acceder por el carril bici.

Vilanova i la Geltrú

Siguiendo la carretera de la costa, pasamos por varios pueblos turísticos como son Comarruga, Calafel o Arco de Bará, en los que a primera vista no encontramos un sitio que nos convencía para pasar la noche. Más al norte se encuentra Vilanova i la Geltrú, una población más crecida que los pueblos vecinos. Tiene bastante vida, sobre todo en La Rambla y el paseo marítimo, ambos llenos de tiendas y restaurantes. Además, tiene playas y campings para elegir.

Sitges

Antes de llegar a Barcelona, otro pueblo que merece la pena visitar es Sitges. El que un día fuera un pequeño pueblo pesquero, ha llegado a duplicar su población en los últimos 20 años. Aunque haya crecido mucho debido al turismo y a la construcción, el casco antiguo y el paseo marítimo siguen manteniendo el encanto de los pequeños pueblos costeros (aunque en temporada alta esté un poco saturado de turistas).

Mapa de la costa dorada: