Otoño en la Rioja Alavesa

Cualquier época del año es buena para visitar un lugar tan especial como la Rioja Alavesa, pero es en otoño cuando esta tierra destaca especialmente por su belleza y color. La vendimia suele ser entre septiembre y octubre, y es entonces cuando los viñedos se tiñen de tonos rojos y ocres. Visitar pueblos como Laguardia, Labastida o Elciego, dar un buen paseo entre viñedos, o hacer una visita a una bodega para probar sus vinos puede convertirse en el plan perfecto para un fin de semana.

La Rioja Alavesa se encuentra a pocos kilómetros de Vitoria-Gasteiz, al sur de la provincia de Araba, limitando con La Rioja. Es una de las siete comarcas o cuadrillas de dicha provincia, con 11.000 habitantes divididos en 15 pueblos. Dada su climatología, su economía se ha basado desde hace siglos en el cultivo de uva y la fabricación de vinos; no en vano, tienen más de 11.500 hectáreas de viñedos.

Nuestra ruta

Nuestro recorrido empieza por Elciego, al que se puede acceder por la N-232a, tanto desde Vitoria-Gasteiz como desde Logroño. Seguimos hasta el cercano pueblo amurallado de Laguardia. Desde allí, a los pies de la Sierra de Cantabria, cruzaremos gran parte de la Rioja Alavesa, disfrutando de sus paisajes otoñales. Hacemos un alto en el camino para visitar San Vicente de la Sonsierra, para después terminar nuestra ruta en Labastida.


Elciego

No teníamos muchas referencias sobre Elciego, más allá de que tenía un área de ACs o que allí se encontraba la famosa bodega de Marques de Riscal. Se trata de un pequeño pueblo que nos ha sorprendido por su belleza.

Destacan las torres de la iglesia San Andrés, por su situación y la altura de las mismas. En sus estrechas y a veces empinadas calles están llenas de casas de piedra, y se pueden ver varias casas señoriales con sus escudos. Hay varios bares y restaurantes, incluso una tienda de alimentación.

Hay varias rutas a pie que conectan Elciego con otros pueblos, pero nosotros os recomendamos dar un paseo por los viñedos de la zona. Si llegáis a la ermita de San Vicente, tendréis una de las mejores vistas de la zona.

Nos vamos de Bodega

La mejor forma de conocer la cultura vinícola y probar los estupendos vinos de la zona, es hacer una visita a una de las muchas bodegas que hay en la Rioja Alavesa. En este caso, visitamos una de las más grandes y espectaculares, la de Marqués de Riscal. Su edificio, que fue diseñado por Frank Gehry (autor del edificio Guggenheim de Bilbao), sorprende y llama la atención, ya que se ve desde gran parte del pueblo.

Marqués de Riscal es una de las bodegas más grandes de la zona, por lo que sus instalaciones también son enormes, en comparación con otras bodegas pequeñas y familiares de la zona. Durante la visita guiada, explican el proceso de la elaboración, fermentación y maduración del vino mediante audiovisuales. Lo más interesante de la visita, fue ver los túneles donde guardan los barriles y botellas, bajo tierra y a una temperatura constante. La entrada cuesta 12 euros (se recomienda reservar), y además de la visita, te ofrecen una cata de dos vinos.

Donde dormir en Elciego

Elciego cuenta con un área de autocaravanas, el mejor equipado de la zona. Aparte de la zona de vaciado, cada plaza tiene su toma de electricidad; funcionan con fichas que se compran en los bares del pueblo por 2 euros, y te puedes conectar durante 12 horas. Además, la ubicación es perfecta, ya que está a dos pasos del pueblo.


Laguardia

Estando en la Rioja Alavesa, no podíamos dejar pasar la ocasión de visitar uno de los pueblos más bonitos de Araba y toda Euskal Herria. Estamos hablando de Laguardia, que como su nombre indica, se trata de un pueblo amurallado. Se fundó en el siglo X. como defensa del Reino de Navarra. Además de la muralla y los impresionantes pórticos, esta villa medieval cuenta con dos iglesias fortificadas, la de San Juan Bautista y la de Santa María de los Reyes, una a cada lado del pueblo.

Merece la pena darse una vuelta por sus calles que conservan el caracter medieval de la villa. Os recomendamos ver la iglesia de Santa María, la Torre Abacial, el convento de los Capuchinos, la Puerta de San Juan y  la Portada de los Abuelos. En la plaza del ayuntamiento, hay un reloj animado donde los personajes y bailarines de la zona, interpretan un baile al son de los gaiteros y dultzaineros locales.

Un pueblo lleno de bogedas

No sólo hay bodegas en los alrededores; cada casa de Laguardia cuenta con su propia bodega subterranea, por lo que todo el pueblo esta perforado por debajo de las calles y casas, como si se tratara de un queso Gruyere. La mayoría son familiares y privadas, pero hay dos bodegas que siguen haciendo y comercializando sus propios vinos. Se trata de bodegas pequeñas, ya que el espacio no da para más. Tuvimos la suerte de visitar una de ellas, la bodega El Fabulista, que debe su nombre a Felix María Samaniego, ya que está situado en la casa donde vivió el famoso escritor.


Dólmenes y restos arqueológicos

Pero la Rioja Alavesa no es sólo vino, también es historia. En esta zona podemos encontrar tanto dólmenes del Neolítico como un poblado de la Edad del Bronce.

Un dolmen (o trikuharri) es una sepultura colectiva, formada por una cámara y varias losas de piedra que la cubren. En total hay ocho en toda la comarca, pero la conocida como La Chabola de la Hechicera es la que está mejor conservada. Se encuentra muy cerca de Laguardia, en el termino municipal de Elvillar. En las distintas excavaciones hechas desde el año 1936, hallaron en su interior restos de 39 personas con sus objetos personales.

El poblado de la Hoya

Muy cerca de allí, también se encuentran el centro de interpretación y las ruinas del Poblado de la Hoya Fue habitado entre los años 1.200 y 250 a.C. Las casas estaban construidas unas junto a otras, formando calles e hileras de casas, así como una muralla defensiva. En el siglo IV a.C. la el poblado fue atacado y arrasado. Aunque intentaron reconstruirlo, nunca recuperó su antiguo esplendor, y fue abandonado a mediados del siglo III a.C, trasladándose sus habitantes a Laguardia.


San Vicente de la Sonsierra

La linea que separa Araba de La Rioja es muy serpenteante, y por ello, en nuestro recorrido por la Rioja Alavesa salimos  y entramos en una y otra sin darnos cuenta. Es el caso de San Vicente de la Sonsierra, pueblo que se encuentra en el camino entre Laguardia y Labastida (poblaciones ambas alavesas), pero que pertenece a la comunidad riojana. Dejando a un lado los caprichos geográficos, hay que decir que este pueblo merece una visita.

Entramos en el pueblo y seguimos las señales que llevan al área de autocaravanas. Aunque queda un poco alejado del centro del pueblo, está situada junto al río y el puente medieval, con un merendero al lado. Las calles del centro son estrechas, así que cuidado los que tengáis autocaravana; mejor dejarla en el área o en la entrada del pueblo. Sobre la colina, dominando el pueblo, se encuentran el castillo de San Vicente y la iglesia de Santa María la Mayor.


Labastida

Así como Laguardia, Labastida también fue creada como ciudad amurallada en los tiempos del Reino de Navarra. Su casco, en lo alto del pueblo, mantiene las típicas casas solariegas con blasones y las puertas de la antigua muralla. También se pueden ver la iglesia de la Asunción o la casa-palacio de los Salazar, hoy en día convertida en casa de la cultura.

En la parte baja del pueblo hay varios bares y restaurantes, y una tienda de alimentación que merece la pena, ya que venden conservas de la tierra a buen precio.

Donde dormir en Labastida

Labastida cuentra con un gran parking con zona de autocaravanas. Se encuentra muy cerca del pueblo y tiene zona de vaciado. Eso sí, el parking tiene un poco de pendiente, así que mejor poner los calzos.

Aquí acaba nuestra ruta. Si quieres conocer más sobre la zona, también puedes visitar Haro, la capital del Rioja.

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