Leitza y Goizueta: un fin de semana en furgo
Os proponemos un nuevo plan de fin de semana para conocer una de las zonas más lluviosas, y por lo tanto, más verdes, de toda Euskal Herria. Leitza y Goizueta son dos pueblos situados en la comarca Larraun-Leitzaldea, en el norte de Navarra. Les separan 20 kilómetros y el puerto de Ezkurra. Aunque suelen haber algunos piques, la relación entre los dos pueblos es buena.
Salimos desde Goierri cogiendo la N-1 y al llegar a Tolosa, seguimos por Berrobi, Elduaien y Berastegi, por la vieja carretera que une Gipuzkoa con Navarra, disfrutando del paisaje, hasta llegar a Leitza.
Leitza
Leitza es un pueblo de casi 3.000 habitantes, situado junto al río Leitzaran. A la entrada del pueblo veremos algunas fábricas y varios bloques de viviendas, pero tranquilos, que su mayor tesoro se encuentra en el interior.
La plaza Euskal Herria, convertida casi en un símbolo de Leitza (tras aparecer en la película 8 apellidos vascos), es el lugar de reunión natural del pueblo. Allí se encuentran el ayuntamiento y el frontón, así como varias casas que impresionan por su tamaño. En una esquina de dicha plaza encontraréis la oficina de turismo. El ayuntamiento es el edificio que más destaca entre todos, tanto por su tamaño como por los arcos de entrada; fue construido en el año 1752, pero a principios del siglo XX. se renovó y se amplió, pasando de tener cinco arcos a tener nueve.
Detrás de la plaza, en la calle San Miguel, se encuentran la antigua plaza del pueblo y la casa que fue sede del primer ayuntamiento. Allí encontraremos algunas de las casas más antiguas del pueblo, que impresionan por su tamaño y su belleza, y también por haberse conservado tan bien durante siglos.
Son casas hechas de piedra, con imponentes entradas y escudos de armas, y muchos de ellos tienen balcones de madera. Por su situación, se suele decir que las casas de Leitza están enfadadas entre ellas.
Detrás del frontón se encuentra el lavadero de Aiene; construido en 1863, fue punto de reunión de las mujeres del pueblo. Hoy en día se conserva bastante bien. Siguiendo calle arriba, llegamos a la iglesia de San Miguel. Fue construida en el siglo XVII, en lo alto del pueblo; los arcos de entrada y el campanario fueron añadidos en el siglo XIX.
No sólo en el centro, en los barrios y montes que la rodean, Leitza tiene muchas más cosas por ver. Los bosques de Leitzalarrea, la Vía verde del Plazaola, la ermita de Santa Cruz o los megalitos de Iruso son claro ejemplo de ello.
Museo Peru-harri
‘Harri eta herri’ (piedra y pueblo) es una frase que resume perfectamente la filosofía del Museo Peruharri. Y es que este caserío-museo dedicado a la piedra, también tiene mucho de pueblo; se podría decir que partiendo del levantamiento de piedra, ofrece una reflexión sobre la cultura y la identidad del pueblo vasco. Es el proyecto de Iñaki Perurena, un famoso herri-kirolari (deportista rural) que se hizo famoso levantando piedras de hasta 320 kilos. Merece la pena la visita, no sólo por el lugar, también por escuchar sus historias y anécdotas.
Perurena tiene una relación muy especial con la piedra desde pequeño. En el museo, además de repasar su trayectoria, se pueden ver piedras de todos los tamaños, herramientas hechas en piedra, una sección dedicada a distintas modalidades de deporte rural vasco, y algunos trazos de la cultura e historia de este país. Para completar la visita, se pueden realizar varios paseos: uno dedicado a la mitología vasca y otro a la fauna local, que acaba en una pequeña cueva. En el prado que hay frente al caserío, también se pueden ver varias esculturas. Ah! y los más valientes, podéis probar a levantar alguna de sus piedras!!
Restaurante Iruso
Y pasamos de un Perurena a otro Perurena. Y es que tras la visita al museo, vamos al restaurante Iruso, que regenta Xabier Perurena, uno de los hijos de Iñaki. Se encuentra en la otra punta del pueblo, cruzando Leitza y subiendo por el barrio Erreka. Nos han servido un estupendo menú de fin de semana, con su talo de chistorra, ensalada y tortilla de bakalao, y como no, una impresionante chuleta de su propia ganadería. Es un restaurante que merece la pena conocer.
Dónde dormir en Leitza
Leitza no cuenta con un área o parking expresamente destinado a furgos y autocaravanas, pero con un poco de sentido común, se pueden encontrar varios sitios para pasar la noche. Uno de ellos es el parking de la Vía verde del Plazaola, donde suele haber varias furgos y ACs. Si preferís pernoctar más cerca del centro, id desde la calle Elgoien hacia el río; desde allí hasta donde empieza el polígono industrial encontraréis algún buen sitio. En ocasiones especiales como carnavales, fiestas o eventos deportivos, también abren el patio del colegio como parking.
Tras pasar dos días estupendos en Leitza, tomamos el camino hacia Goizueta. Subimos el puerto que separa los dos pueblos; al llegar a Arkiskil, hay dos opciones: por la izquierda llegaremos a Goizueta, y por la derecha a Ezkurra y el valle de Malerreka. El camino a Goizueta es bastante serpenteante, pero con buen tiempo podremos disfrutar de las vistas.
Conjunto medieval de Ibero
Bajando el puerto, a pocos kilómetros de Goizueta, se encuentra el conjunto medieval de Ibero. Está muy cerca de Goizueta, aunque estas tierras pertenezcan a Leitza. El conjunto estaba formado por una casa torre del siglo XIV, un caserío y una ferrería; la torre de piedra ha sido renovada recientemente, pero de la ferrería sólo quedan las ruinas. El puente de piedra también ha sido reformado. Merece la pena hacer una parada para ver todo el conjunto, ya que se trata del único complejo industrial de la época medieval de Navarra.
Goizueta
Goizueta es un pueblo situado junto al río Urumea. Para unir las dos orillas construyeron un gran puente de piedra, del que según cuentan, viene el nombre el pueblo: «goi-zubi-eta» (lugar del puente de arriba). Se encuentra en una de las zonas más lluviosas de toda Euskal Herria. Tiene 750 habitantes, y aunque haya perdido bastante población en las últimas décadas, es un pueblo que se mantiene vivo.
Basta con dar una vuelta por el pueblo para darse cuenta de la belleza que esconden sus casas y sus calles. Goizueta ha sufrido varios incendios a lo largo de su historia, y sus habitantes han tenido que reconstruir el pueblo varias veces; aun así, mantiene un importante patrimonio arquitectónico. Se conservan varias casas con estructura de madera de entre los siglos XVI y XVIII.
Junto al puente, frente a la iglesia, está el antiguo lavadero. Llama la atención por estar situado en la planta baja de un edificio. Ha sido renovado y se conserva en muy buen estado.
Para acabar el día, si os apetece comer un bocata o un plato combinado, los bares Oxeguarda y Zubiondo son una buena opción.
Goizueta celebra sus fiestas patronales en agosto, pero durante el año hay otras citas que pueden ser una buena excusa para conocer el pueblo. El carnaval y su Zahagi Dantza (baile del odre), la vispera del día del Carmen, y el Día de Feria que celebran en noviembre son algunas de ellas.
Si queréis conocer más sobre la zona, se pueden visitar el Parque Natural de Artikutza o la zona megalítica que se encuentra entre Goizueta y Arano.
Dónde dormir en Goizueta
Como pasa en Leitza, Goizueta tampoco cuenta con un sitio preparado para furgonetas o autocaravanas. En estos casos, solemos mandar un mail al ayuntamiento antes de ir, para saber si hay algún problema para pernoctar con la camper. Y la respuesta fue más que positiva, es más, nos acogieron de maravilla! Cerca de la escuela hay un parking y varias plazas sueltas donde dejar la furgo; es un sitio muy tranquilo. A pocos metros de allí, también hay una pequeña gasolinera.
Y si preferís la comodidad de un camping, a 3 kilómetros del pueblo se encuentra el Camping Iskibi; tiene bar una zona de baño para el verano, en una poza natural del río Urumea.
¿Queréis seguir conociendo el Norte de Navarra? Los valles de Malerreka y Baztan, Bortziriak, y el valle de Larraun son algunas de las visitas que os recomendamos.
Buenas tardes? Merenderos cerca de leitza? Eskerrik asko